7 nov 2011

La contracrónica


Hace escasos minutos que ha acabado el debate entre los cabezas de lista del PP y el PSOE en las próximas elecciones del 20 de Noviembre. Como casi todos sabrán, este debate ha suscitado muchísima polémica por ser un debate entre sólo dos candidatos a la Presidencia de Gobierno. Dos partidos que además, muy poco se diferencian en sus políticas económicas, como bien se demuestra en el Parlamento Europeo.
El debate me ha dejado un sabor de boca agridulce. En primer lugar me parece que ha sido el debate más soso que he visto. Ninguno de esos candidatos puede decirse que sea un gran orador, y hoy ambos lo han dejado al descubierto. Rubalcaba inició el debate visiblemente nervioso, cosa que me extraña después de la dilatada (quizás más de lo debido) carrera política que lleva ya a sus espaldas, y Mariano Rajoy ha llevado un debate en el que se le ha visto muy crecido, sabiéndose ganador, pero sin concretar ni una sola medida. El PSOE tenía hoy en su mano recortar diferencias con el PP, quizás "robándole" votos a algún partido minoritario, pero dudo mucho que lo haya conseguido.
No voy a exponer punto por punto lo que han hablado ambos candidatos, pero sí nombraré las cosas que más me han llamado la atención. En el primer bloque hablaron de economía y empleo. El candidato del PP ha evitado mojarse a la hora de contestar a las preguntas de Rubalcaba acerca de congelar pensiones o favorecer la creación de PYMES y contratación de empleados por su parte. Por otro lado Rubalcaba ha ido escurriendo el bulto de las cosas malas que se han hecho durante estos últimos 7 años y medio en los que él ha sido un miembro destacado del Gobierno. No sé cómo se puede pretender que creamos que ahora Rubalcaba tiene la solución a algo que no ha sabido atajar en este tiempo. Por otro lado, el PP no propone políticas que puedan hacer suponer lo contrario. Habla simplemente de incentivar la creación de empleo pero no especifica cómo piensan hacerlo. Vamos, como si yo hablo de que voy a mejorar el tráfico creando el teletransporte pero no tengo ni idea de cómo voy a conseguir esa tecnología.
En el segundo bloque han hablado de políticas sociales. Me resulta curioso que el otro día escuchara en la radio a alguien del PSOE criticando que el PP hablaba de Sanidad y de Educación en unas Elecciones Generales, cuando ambas se hallan derivadas a las Comunidades Autónomas, y que hoy el cabeza de lista del PSOE esté hablando en el único debate antes de las Elecciones de lo que hace el PP en unas u otras Comunidades en ese aspecto. No me malinterpreten, me parece que ambas cosas son primordiales y merecen toda mi atención y respeto, aunque al señor Rubalcaba parece que la Sanidad le importa un poco más que la Educación, patinazo que ha dado y por el que seguro le caerá un buen rapapolvo. Por otro lado ha resultado gracioso ver al candidato del PP defender a capa y espada un sistema público sanitario y educacional, así como la cobertura de la Ley de la Dependencia, para al final desmarcarse diciendo que eso sólo puede hacerlo el Estado si está recaudando lo suficiente, y que por supuesto si no se termina con el paro es insostenible. Miedo hay que tener.
Pero los mejores chistes los han dejado para el final. Hay uno en concreto que me ha hecho muchísima gracia. Casi una hora antes de que el Señor Rubalcaba lo dijera, ya vaticiné en mi cuenta de Twitter, que en el último bloque el candidato del PSOE tendría la desfachatez de nombrar una reforma de la Ley Electoral. Minipunto para mí. Ha comenzado el último bloque Rubalcaba hablando de que esta Ley Electoral había venido bien hasta ahora, pero que ahora era necesario remodelarla, abrir listas y que sea más democrática. Ha pisado ese lago, pero sólo por la orilla, no se ha atrevido a plantear en qué consiste la reforma y no se ha dignado a comentar por qué durante ninguna de las dos últimas legislaturas han planteado ese cambio, a pesar de las reiteradas demandas por parte de Izquierda Unida y UPyD. También me hubiese gustado que si habla de democratizar mejor el país se hubiera dignado a hablar de la reforma de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General y de la exigencia de avales para poder concurrir a las elecciones. En este último bloque poco más he sacado en claro, excepto que a Rubalcaba le ha quedado un gráfico muy mono que enseñar en el momento oportuno.
Pero mientras estos dos candidatos han estado enzarzados en un absurdo debate, en el que lo único que no estaba acordado era el color de las corbatas, en la red se ha organizado un contradebate bastante más interesante.
La cuenta de Twitter de Izquierda Unida (@iunida) no ha parado de responder a todas y cada una de las cosas planteadas en el debate, tomando así, sin pedirlo, el derecho que tiene a poder demostrar a la ciudadanía las propuestas aunque no sea en un debate televisado, ya que eso se lo niegan.
Por su parte, Equo (@proyectoequo), también ha seguido el debate desde su cuenta de Twitter, y también lo ha comentado, aunque yo le echo en falta que no hayan expuesto sus propuestas y no sólo poner más preguntas sobre la mesa.
El partido de Rosa Díez, UPyD (@UPyD), también ha tomado el papel negado y ha participado en el debate desde su cuenta de Twitter, poniendo a su vez sus propuestas en conocimiento de los ciudadanos.
En definitiva, un debate, que si bien en TVE parece haberlo ganado Rajoy, en las redes lo han ganado los partidos minoritarios (en mi muro de Twitter principalmente Izquierda Unida).




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