23 may 2011

Y llegó el 22 de Mayo


Hoy se ha llevado a cabo la fiesta de la democracia en España. Más de 34 millones de ciudadanos estaban llamados a las urnas para elegir los gobiernos autónomos y alcaldías de casi todo el país.
Quizás sería interesante situar primero el ambiente en que se ha desarrollado la jornada electoral antes de comentar los resultados.
El pasado 15 de mayo una plataforma llamada "Democracia Real Ya" convocó una manifestación en todo el país en contra del sistema de gobierno del estado español. España está sumida en una crisis profunda, en la que, bajo mi opinión, se ha demostrado que el capitalismo salvaje que se ha llevado a cabo durante tantos años no es un sistema económico en el que todos los ciudadanos podamos de disfrutar del tan nombrado "Estado del bienestar". El partido que ha estado en el gobierno durante todo el proceso de crisis ha sido el Partido Socialista Obrero Español, PSOE (que por otra parte no es ni socialista ni obrero). Las tasas de paro del país sobrepasan ampliamente el 20%, llegando a sobrepasar el 30% en algunas provincias, como puede ser Las Palmas, donde yo vivo. Miles de familia se han visto arrojadas a la calle por la imposibilidad de paga una hipoteca, quedándose el banco con la vivienda. El Gobierno dio dinero para "salvar" a los bancos, bancos que anunciaron a su vez amplios beneficios y que no abrieron el grifo de los créditos. El Gobierno pactó con empresarios una Reforma Laboral en la que se facilita el despido, se pretende subir la edad de jubilación y los años necesarios a cotizar para tener derecho a la pensión (sí, ese es el "socialismo" que practica el PSOE).
La manifestación del 15 de mayo demostraba el descontento por estas y otras políticas, porque también en este país hay una ley electoral desfasada e injusta, que vulnera el principio democrático de "una persona,un voto", ya que para elegir un mismo gobierno hay unos votos que cuentan hasta 50 veces más que otros. De esta manera está todo orquestado para que el pastel se lo repartan año tras año entre dos grandes partidos, que en poco se diferencian y que tienen bien atados todos los cabos para cortar cualquier cabeza emergente que quiera asomar en su fiesta privada.
La manifestación del 15 de mayo se convirtió en acampada en la puerta del Sol de Madrid, y la acampada se convirtió en la #spanishrevolution, ese movimiento por el cual en muchísimas ciudades españolas miles de ciudadanos salimos a las calles a clamar durante una semana (y no sabemos hasta cuándo) por una democracia diferente, un sistema que sea más respetuoso con las personas y con el medio, y que no tenga sus cimientos en el enriquecimiento económico personal.
El 22 de mayo ha llegado en medio (y digo en medio porque aún no ha terminado, no se lo crean) de este movimiento y las urnas se han abierto a los votos. Muchos son los análisis que sacan unos y otros. Oigo y leo cosas con las que no estoy de acuerdo. Unos dicen que el pueblo ha hablado y ha dicho que no al PSOE y que sí al PP. Otros dicen que el PP no ha subido, y que #spanishrevolution ha dividido el voto de izquierdas, quitándoselos al PSOE y desperdigándolos por otros partidos. Mi opinión es un poco más compleja (o sencilla, no lo sé). En primer lugar me fijo en los datos de participación. Los últimos datos dicen que han ido a votar el 66,23% de los españoles. Lo que dice eso es que a un 33,77% de la población no le importan estas elecciones. Saben que este sistema no les representa y no participan en él. Yo no estoy de acuerdo en lo de no participar, pero lo respeto. Con esto tenemos que en un país de 50 millones de habitantes y 34 millones de votantes, 11 millones prefirieron quedarse en su casa la jornada electoral. Además más de medio millón votó en blanco y más de 388.000 votaron nulo. Esto hay que mirárselo.
Por otro lado no creo que se haya dividido el voto de izquierda. No creo que el voto al PSOE sea un voto de izquierda. Es un voto tibio, que no sabes a dónde va. Sabes que no hará nada radical hacia ningún lado y que llevará las cosas con su eterno talante. Vamos, lo que yo llamaría un voto de centro (sí, de centro, porque el PSOE histórico que luchó por muchas cosas, que fue obrero y socialista, que introdujo el manifiesto comunista en España...ese PSOE está muerto, ya no existe y ese papel lo han asumido otros partidos). Haciendo recuento uno se da cuenta que el PP no ha subido tanto (sí, unos miles de votos, pero no la relación con las concejalías que se ve en el mapa electoral), pero sí que el PSOE ha tenido una sangría de votos. Por otro lado Izquierda Unida ha subido, UPyD aparece en estas elecciones, Bildu arrasa en Euskadi (votos que también los dos grandes quisieron silenciar antes de las elecciones) y otros partidos cogen fuerza. El problema, la ley electoral. Esa ley electoral que el PSOE rechazó modificar y que ahora le cuesta no tener partidos a su izquierda con los que poder pactar. Se ocupó de enterrar a quien en algún momento podría haberle dado la mano (siempre mediante programa y no por tener un cargo).
No creo que cambien mucho las cosas ahora que el PP gobierna en muchísimos sitios de cuando gobernaba el PSOE. Para mí es el mismo perro, y hasta el mismo collar. Si bien creo que, ante el movimiento #spanishrevolution y las elecciones generales del 2012, el PSOE puede mover ahora esa ley electoral que sabe que puede ayudarles a gobernar dentro de un año y que además es muy posible que lo hagan diciendo que es en respuesta a la petición ciudadana y no porque así pueden seguir cogiendo el mayor trozo del pastel.

6 may 2011

Un mundo más seguro

El lunes, estando en el aeropuerto de Barajas, escuché la noticia de que Estados Unidos por fin había dado con Osama Bin Laden, lo había ejecutado y lo había arrojado al mar, eso sí, no sin antes cumplir todos los rituales necesarios según su religión. Horas más tarde aterrizaba en casa y los telediarios no paraban de repetir la noticia. En algún periódico deportivo leí que un equipo de la NBA iba a hacer una celebración por la muerte del villano antes de su partido de playoff. El mundo por fin es un lugar más seguro.
¿De verdad? ¿Alguien se siente más seguro por este asesinato? La verdad es que en el famoso caso del 11-S, con las Torres Gemelas, los aviones secuestrados y estrellados en varios puntos estratégicos de Estados Unidos soy bastante incrédulo acerca de la posibilidad de que todo ocurriera según nos han hecho creer. ¿Realmente si quieres dañar el corazón económico del gran monstruo imperialista lo haces a esas horas de la mañana cuando no hay más que trabajadores en las Torres? Teorías "conspiranoides" aparte, me asombra que no haya salido alguna persona más, de esas influyentes y conductoras de las políticas de los que viajamos en el vagón de los países libres, poniendo en duda el derecho de un ejército (agencia o lo que sea) extranjero (y aunque no lo fuese) de apresar a una persona, asesinarla y deshacerse de su cadáver deliberadamente. ¿Se imaginan que Cuba apresara a una persona que el estado cubano considera terrorista en suelo estadounidense, lo matara, se deshiciese del cadáver y luego se jactase de haber acabado con un malhechor? No hace falta pensar que sea Cuba, ¿son capaces de imaginarse que lo hiciese cualquier país que no fuese Estados Unidos?
Si nos creemos la versión que nos han contado durante tanto tiempo y creemos que Bin Laden era el malo malísimo en esta película, lo suyo no hubiese sido apresarlo, juzgarlo y, si es declarado culpable, posteriormente condenarlo según la leyes...no sé, se me ocurre tal vez que según las leyes del país en el que fue apresado, o tal vez su país de nacimiento.
El mundo entero celebra que hoy es un poco más seguro, es más seguro porque hay un país que, con el beneplácito de muchos políticos que aspiran a ser cola de león en este juego, puede liberarnos de los seres que ellos consideren indeseados.
Yo lo siento, pero tengo un sentimiento totalmente diferente, creo que este mundo es cada vez más injusto y más inseguro mientras exista un país que juega con unas reglas diferentes.