30 nov 2011

Ni una más

El viernes pasado fue el día contra la violencia machista, y, como es habitual cuando nos acercamos a estos días, se publican varias encuestas con datos curiosos sobre el tema en cuestión.
Hubo una que acaparó muchísima atención en todos los medios de comunicación. Es una encuesta realizada a adolescentes, y los resultados dicen que hay un 80% de jóvenes que creen que la chica debe serles servicial, un 60% que cree que los celos son normales y un porcentaje menor de chicos que controlan el móvil de su pareja.
Estos datos, en la época en que vivimos, son muy alarmantes. No es concebible que con la lucha que se hace para que vayamos dejando atrás esa lacra social que es la violencia de género (fundamentalmente la machista) se obtenga una respuesta de esta índole de personas jóvenes.
Hay un par de cosas que me gustaría puntualizar. En primer lugar, ese porcentaje tan alto que hablan de la necesidad de servilismo por parte de la chica espero que esté algo inflado. Los chicos adolescentes no se suelen caracterizar por la sinceridad, y bajo una determinada pregunta pueden responder lo que creen que sus amigos querrían oír de él. Sinceramente espero que este sea el motivo, porque de no serlo sería una estadística demoledora. Los otros dos porcentajes de los que habla el estudio sí que me parecen más preocupantes. Fundamentalmente que un adolescente controle el móvil de su pareja es un síntoma de un carácter controlador que no apunta a nada bueno en el futuro. Aquí espero equivocarme.
A razón de este estudio escuché el otro día un debate en la radio, donde uno de los contertulios dijo que él siempre supuso que los casos de maltratos solían pasar en sectores sociales que no gozan de una educación de calidad o marginales. El moderador se apresuró en decir que obviamente eso no es así, y que “en todos los hogares se cuecen habas”.
Bajo mi punta de vista, es verdad que en todos los sectores y clases sociales, por desgracia, se dan estos casos, pero sí que suele tener un factor educativo y cultural preponderante. Es por ello, que otra conclusión que saco yo de este estudio es lo mal que está el sistema educativo, que no debe centrarse sólo en las materias dadas (y que tampoco lo hace especialmente bien), sino que debe proporcionar unos valores de equidad y tolerancia que no se imparten.
No podemos aspirar a vivir en una sociedad que respete a todos los individuos si dejamos de lado lo más básico, que es la educación. El Estado debe asumir su responsabilidad en ese término y no delegar en la empresa privada la educación de las nuevas generaciones, ya que ello repercute absolutamente en la sociedad que viviremos.
Para no dar lugar a malentendidos, no simplifico todo el problema en la educación, ya que creo que esa es la solución a largo plazo, pero el plan debe ser integral, dando una cobertura social y legal a las personas que vivan en condiciones de maltrato, además de campañas de concienciación de personas maltratadas para que se convenzan de denunciar su situación y una respuesta inmediata y efectiva ante las denuncias. A este respecto, creo que el Estado es fundamental, pero también cada uno de nosotros tiene que ser responsable, y en el caso de tener conocimiento de cualquier caso, debemos denunciarlo. Es trabajo de todos acabar con la violencia machista.

¡No más Dolores!

¡No más Caperucitas!

¡No más cuentos de hadas!

PD: Este post está publicado adrede hoy y no el día contra la violencia machista porque creo que en ese día nos bombardean de información al respecto, pero después se le quita la importancia que requiere. Está puesto hoy porque todos los días tienen que ser días contra la violencia de género.


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