14 jul 2011

Sigamos reflexionando

Soy uno de esos pocos afortunados que se levanta cada mañana para ir a un puesto de trabajo. Afortunado por tener trabajo, que realmente es una beca, aunque no tenga mucho que ver con ninguna de las dos carreras que tengo, ¡cosas de la vida! (o del mercado laboral). Cada día que me desplazo a mi lugar de trabajo hago más o menos el mismo recorrido, circulo por las mismas carreteras, veo más o menos a la misma gente y observo los mismos carteles. Precisamente los carteles es lo que me ha llamado la atención estos días, y es que en Gran Canaria seguimos de elecciones. Viendo los resultados del 22M estaba bastante cabizbajo, otra vez los mismos han llegado a las administraciones públicas, otra vez los que queremos votar (¿o votamos? Ya no recuerdo) a fuerzas políticas minoritarias nos sentimos ninguneados, no se nos tiene en cuenta y esta ley electoral sigue manteniéndonos atados y bien atados. Eso que yo creía que eran resultados electorales debían ser sondeos o estimaciones de votos. Por eso finalmente nos dejaron reflexionar juntos en las plazas, porque no era la jornada de reflexión. Por eso en Canarias sigue gobernando el mismo partido (y ya van unas cuantas veces). Y por eso no se ha propuesto el más mínimo cambio que ofrezca un cambio que beneficie a toda la sociedad.

Debe ser así, porque si no no me explico que esa jornada de reflexión, donde se pretendía impedir que reflexionáramos de manera conjunta, cuando me dirigía a mi casa tuve que aguantar cientos de carteles por todo el camino haciendo campaña. Porque sí, los carteles hacen campaña y hacer campaña no está permitido en la jornada de reflexión. Debe ser así porque hoy, día 14 de julio, fiestas patrias del país vecino, estos carteles siguen haciendo campaña, campaña que sería inútil si ya se hubiesen realizado las elecciones, ya que la mitad de los candidatos que no resultan vencedores pasarán al ostracismo político hasta que los mandamases de turno crean que ya se olvidó su descalabro electoral. Pero lo que es más importante, campaña fuera del período electoral.
Los partidos se preocupan de empezar a colgar carteles en los períodos de precampaña. Carteles, eso sí, que no piden el voto explícitamente, pero que te intentan hacer saber que “ahí está Fulano para arreglar este desaguisado”. La misma noche en que arranca la campaña electoral las carreteras están llenas de gente colgando carteles de candidatos en todo objeto susceptible de albergar la cara del futurible alcalde/presidente/imputado. Gente a la que los grandes partidos no dudan en pagar para que se apresuren en conseguir el lugar con mejor visibilidad, ese lugar que arañe un par de votos de más.
Si esa noche tienen tanta prisa en colgar los carteles, pido que se exija la misma rapidez para eliminarlos. No eliminarlos después del período electoral, eliminarlos antes de las 00:00 de la jornada de reflexión, en la que ningún candidato puede estar haciendo campaña.
En estas últimas elecciones se planteó algo inconcebible, impedir a los ciudadanos reunirse en la jornada de reflexión para hablar sobre política o la situación actual del Estado. Es decir, se nos quería impedir reflexionar en nuestro día reservado para ello (un día cada 4 años). Sin embargo no se llega ni a plantear que esa campaña paisajística se retire en dicha jornada. Ni siquiera se obliga a retirar todos los carteles después de las elecciones.
En fin, ¿para qué tener un doble rasero si basta con tener uno suficientemente flexible y móvil?

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