A las 7:30 de la mañana he salido de casa en dirección a Las Palmas de Gran Canaria (yo vivo en Santa Brígida que está a aproximadamente media hora de la capital). En primer lugar uno se acerca a la ciudad a estas alturas del año a esas horas y aunque no haya un atasco hay una densidad de tráfico bastante alta, que hace que uno piense "¿Todo el mundo va a trabajar en coche?". Aún así, pacientemente uno, que no tiene prisas, sigue con toda la precaución del mundo a la velocidad que le mande la densidad del tráfico y llega finalmente a su destino: el centro de la ciudad. Ahora la dificultad está en encontrar aparcamiento, y como la comisaría de Las Palmas de Gran Canaria está al lado del muelle deportivo, lo lógico (que también es lo habitual) es que la gente que vaya a cualquier trámite en la comisaría aparque por esa zona, que tiene bastantes aparcamientos y están relativamente cerca. Sin embargo a la entrada hay dos miembros de la Autoridad Portuaria, que inician este diálogo:
A.P - ¿Dónde va?YO - A aparcar para ir a la comisaríaA.P - ¿Para qué va a la comisaría?YO - A renovar el DNI (mientras pienso "voy a lo que considere oportuno y a ti no te incumbe", pero uno a las 8 de la mañana no quiere problemas con la Autoridad)A.P - Este aparcamiento no es para ir a la comisaría (señalando el que supuestamente está reservado y que no es al que yo pretendía entrar porque está eso mismo...RESERVADO para trabajadores de la zona y eso) - Y me hace un gesto de perdonavidas que deben enseñar en las academias de las "autoridades" porque todos lo tienen muy bien practicado. Ese gesto que está diciendo "Hoy me has pillado de buenas y te voy a dejar, pero no olvides que aquí decido yo y el día que no quiera no lo harás"
YO - De todas formas no voy a aparcar ahí, voy a la otra zona (mientras ya a las 8:01 de la mañana mi dosis de mal humor ha alcanzado cotas importantes porque me he sentido idiota por tener que responder a este señor lo que voy a hacer la mañana de mi cumpleaños)
Después de aparcar, decido acercarme a una cafetería a desayunar mientras abre la tienda para hacerme las fotos de carnet que hay que llevar para renovar el DNI. Así que entro en un sitio que es mezcla de charcutería y cafetería para comerme un bocadillo de pata asada (típica en Canarias, no sé si se comerá en el resto del territorio español) y un cortado con leche condensada. Me dispongo a pagar y...¡3 euros! Me han cobrado por un cortado y un bocata que apenas tenía una loncha de pata nada más y nada menos que ¡3 euros! Y claro el sitio está lleno, y se seguirá llenando todos los días, y ellos seguirán poniendo los precios que les de la gana mientras nosotros sigamos pagándolos. Con el estómago lleno y el bolsillo un poco más vacío voy a hacerme las fotos, y en la tienda...cola para hacerse fotos (no me quejo especialmente de eso, es normal que si sólo hay un sitio para hacerse las fotos a las 8:35 de la mañana abierto haya cola, porque se ve que el otro comercio donde hacen fotos y está al lado de la comisaría no considera bueno abrir antes de las 9, con lo cual no creo que vendan muchas fotos ya que para esos trámites la gente va un poco antes). Cuando me toca sacarme la foto, dejo que me la haga la señora de la tienda y ni la miro en la pantalla que hay ahora para ver si sales bien, ya que tengo asumido que salir bien en una foto de carnet es imposible. Voy a pagar y salen las fotos 5,50, lo que no parece muy caro viendo lo que me ha costado el desayuno, pero que es objetivamente caro.
Ya con 12 euros en el bolsillo, que rezo para que me den para renovar el carnet, me dirijo a la comisaría. Veo que hay unas 40 ó 50 personas ahí, pero como todavía no estoy de muy mal humor me veo con fuerzas para soportar unas cuantas horas de cola a condición de quitarme ese trámite ya de encima. Me acerco a la ventanilla para pedir número, porque se ve que las colas ya no son adecuadas (y me parece bien porque así puedes ir a tomarte un cortado mientras esperas tu número), y hay una señora delante de mí que le dice al "gentil" agente: "Mire que me han dicho que el número lo dan a partir de las 14:00, pero yo vengo de Gáldar (que está a 20 ó 30 minutos de Las Palmas de Gran Canaria) y a ver si me puede decir a qué hora más o menos puedo venir a recogerlo para no coger mucha cola". A este comentario el agente le responde en voz baja (ya que se cree que aunque el esté detrás de un cristal puede modular lo suficiente su voz para que le oiga la señora que está medio metro delante mía pero que no lo escuche yo): "Espere por ahí que ahora la llamo yo". Me toca a mí y le pregunto si los números sólo se dan a partir de las 14 y me dice: "Sí, véngase a las 13 y sólo hace una horita de cola y ya coge el número". Como nunca he sido de rogar, y menos a las autoridades, me doy media vuelta a buscar mi coche y volver a mi casa.
Debido a eso tengo yo un par de quejas:
1 - Hay demasiados coches en las ciudades. Se necesita un transporte público en condiciones en más ciudades. Yo he visto en Madrid y en Barcelona a la gente ir a trabajar en tren y en metro y dejar el coche en su casa o en lugares periféricos de la ciudad donde hay suficiente aparcamiento. Una ciudad debe tener un transporte público bueno para ser más considerada con el medio ambiente (menos coches=menos polución) y mejorar la calidad de vida dentro de la ciudad (menos tráfico=menos ruidos=más tranquilidad).
2 - Así mismo, para los casos en los que sea necesario acceder en coche a la ciudad tiene que haber aparcamientos donde podamos dejar los vehículos. Yo, en mi condición de estudiante, no tengo dinero para pagar un aparcamiento cada vez que voy a la ciudad. Sin embargo el ayuntamiento pretende que por aparcar en la calle (sin vigilancia alguna) se paguen por las llamadas zonas azules. Yo ya pago el impuesto de circulación para mantenimiento de carreteras y demás, ¿por qué debo pagar también por aparcar en la calle? Los aparcamientos vigilados y pagados están bien para quien tenga dinero para pagarlo, pero hay que pensar que no todos podemos permitirnos ese lujo.
3 - ¿Es necesara realmente la burocracia actual? En este caso concreto, ¿no es más lógico que en la comisaría calculen un promedio de casos de renovación del DNI que pueden hacer al día y que repartan números para cada día en función de ese promedio? Es decir, supongamos que el promedio de renovaciones al día son 50. Pues reparto 50 números para el día 16 de septiembre, y si llega uno en el 51 que le ofrezcan el número 1 del día siguiente en ese mismo instante, y no repartir los números a partir de una hora nada más. El poner esa hora fomenta las colas y las esperas y hay gente que sólo puede perder un día de trabajo para renovar el DNI y no puede permitirse perder dos o tres días en hacer ese trámite. Además todo esto se ve alterado con los amiguismos y demás de quien se ocupa de eso. ¿Por qué a esta señora le dice que le da el número ahora y a mí no? ¿Porque ella le dió pena y pensó que mi tiempo valía menos que el de ella? ¿Hay que rogar para que te den el número fuera de horas? O se le da a todo el mundo según vayan llegando o no se le da a nadie. Esas cosas de hacerle un favor a este o al otro, o este es el hijo/sobrino/primo/etc de nosequién no le hagas esperar y pásalo antes del próximo número, hacen de la burocracia una (permítanme el juego fácil de palabras) BURROCRACIA, totalmente ineficiente e ineficaz.
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