23 mar 2008

Ley electoral injusta

La resaca del 9-M ha dejado, entre otras muchas cosas, la evidencia de que el actual sistema electoral no representa debidamente lo que los ciudadanos votamos cuando acudimos a las urnas.Otra vez más, los dos partidos mayoritarios, y algunos grupos nacionalistas han sido los grandes beneficiados, en detrimento de la tercera fuerza a nivel nacional (Izquierda Unida) o un partido nuevo que ha empezado con mucha fuerza, aunque menos de la que debería según los votos estrictamente (Unión Progreso Y Democracia).Estos dos partidos reúnen aproximadamente 1.400.000 votos de un total de 25.000.000, pero a la hora de mirar al congreso de los diputados, se puede ver que sólo tienen 3 escaños (2 IU y 1 UPyD). Si miramos con más detenimiento el escrutinio y reparto de escaños, vemos por ejemplo que PNV tiene 6 escaños teniendo "tan sólo" poco más de 300.000 votos, o CIU que tiene 11 escaños sin llegar a los 800.000 votos.El resultado de todo esto es que más de un millón de españoles nos quedamos sin representación parlamentaria, yendo esos votos directamente a formar parte del grupo mixto (dejando acuerdos posteriores al margen).La semana pasada, IU denunció desde Andalucía (y por enésima vez) la actual ley electoral, proponiendo un modelo, que con un sólo vistazo muestra un reparto muchísimo más justo que el actual. Da igual votar al PSOE, al PP, a IU, a CIU o al partido que sea, pero creo que cualquier ideal demócrata no puede ver justo que unos se beneficien en perjuicio de otros. Y aún viéndose favorecidos en este caso, hay que apoyar en el congreso una reforma de la ley electoral (aunque sólo sea por previsores y poder ser los perjudicados el día de mañana). No puede ser que no valgan igual los votos a un partido que a otro. No un voto en Cataluña puede valer más que uno en La Rioja, porque por esa regla de tres podríamos poner más urnas, una para titulados universitarios, cuyo voto valdría el doble, triple, o cuánto sea, más que los de otra urna, justito al lado, de personas no tituladas. Los principios democráticos se verían claramente desvirtuados en este caso, de la misma manera que ocurre actualmente.Por ello, debemos exigir una reforma electoral. No dejarla para dentro de 4 años (porque en las autonómicas también el reparto no es ecuánime), sino lo antes posible. Hay que impulsarla YA, ahora que las heridas siguen doliendo, ahora que nos vemos sin representación parlamentaria muchos miles de votantes. IU ha iniciado una campaña de recogida de firmas para poder llegar a este fin. Da igual a qué partido votemos, la democracia EXIGE una reforma.

Si estás de acuerdo, apoya esta causa.

14 mar 2008

¿Voto inútil?


Saludos,
muchos podrían preguntarse..."¿voto inútil? ¿Lo que estaba de moda no era el voto útil?". Precisamente de ahí nace este título (sé que no es muy rebuscado). Hace ya 5 días que pudimos disfrutar de nuestro derecho de ir a la urnas a votar y decidir, entre todos, quién va a gobernar los próximos 4 años. Sin embargo estas elecciones han sido, cuánto menos, particulares. No me refiero al desgraciado atentado que tuvo lugar días antes (otra vez democracia teñida de sangre). Esta vez hago referencia a los debates de los líderes de las diversas fuerzas políticas, a la pluralidad democrática de la que ha hecho gala este país y a las innumerables propuestas concretas que han expuesto TODOS los partidos.
Creo que se puede ver claramente el tono irónico, ¿no? La campaña polítca ha ninguneado a algunas fuerzas políticas muy importantes, como puede ser IU, que aunque a muchos les duela, es la tercera fuerza política de este país, apoyada en estas elecciones por casi un millón de votantes (de un total de 25), lo que representa prácticamente un 4%. Estos resultados han sido logrados, a pesar de una descarada petición del voto útil, y las consecuentes huídas de votantes históricamente de IU hacia el PSOE. Quiero que quede bien claro que contra el PSOE no tengo absolutamente nada, es más, estoy muy de acuerdo con muchas de las propuestas de su programa, y creo que a pesar de las dificultades que han podido surgir durante este mandato, han sido consecuentes con sus promesas y es lo que les ha llevado a mejorar los resultados de hace 4 años. La queja va sobretodo hacia estos huidizos votantes, que han ido a las urnas con miedo. Miedo a que ganara el PP. Y no se puede ir a votar con miedo, hay que ir a votar convencido de unas creencias (o si no se está convencido ir a votar en blanco).
¿Qué voto es útil? ¿Es más útil un voto al PSOE, al PP, a CIU o a IU? Hay mucha gente que no va a votar porque piensa que un voto no cambia nada, que a fin de cuentas nadie gana las elecciones por UN VOTO, y no se conceden escaños por UN VOTO. No creo que ese pensamiento sea positivo en una democracia, y el voto útil, el voto por miedo a que ganen otros,es lo mismo que ese voto que se queda en casa.
No es sano para la pluralidad democrática que el líder del partido que gobierna y el líder del principal partido de la oposición pacten unos debates que excluyan a las demás fuerzas políticas. Es cierto que con la cantidad de partidos políticos que hay es imposible un cara a cara entre todos y cada uno de los líderes de cada partido. Pero hay partidos que sí tienen derecho a ese cara a cara. Estamos cayendo en un bipartidismo muy peligroso. Soy consciente que, hoy por hoy, la mayoría se la juegan esos dos partidos (PSOE y PP). Lo cual no significa que siempre tenga que ser así, ni que aún siendo estos partidos los mayoritarios, no tengan un peso importantísimo en el gobierno alguno de los partidos llamados minoritarios.
Por otro lado, la derecha española, la derecha con propuestas e ideas, ha perdido su representación. Me sorprende que tantos votantes del PP, muchos de ellos seguidores de Gallardón, hayan regalado el voto a este partido que ha apartado a quizás al único candidato que podría haber hecho frente a Zapatero. No soy ni del PP ni de derechas, pero considero que la gente de derehas de este país merece una mejor opción de voto. Un partido que no esté apartándose preocupantemente hacia la supraderecha, un partido que critique con ideas, y que no base su oposición a criticar todos y cada uno de los actos del gobierno.